Abrió la puerta de su habitación, de su living, de su cocina, de su casa... y en ellas en todas la misma mujer estaba sentada cruzando la pierna derecha sobre la izquierda, una pierna estirada sobre el longue y el pie derecho escondido atràs de la rodilla izquierda, podìa adivinar sus curvas, no podía pensar si era sexy o la mujer de su vida, en ese instante la sola imagen lo acosaba de forma tal que no lo dejaba ni cagar tranquilo, no había un solo lugar en donde no la viera.
salió corriendo, cruzò la plaza sin detenerse un segundo con la mirada, hasta q se quedó sin aire, sin querer fijó los ojos en la grava del parque y allí ella con su pelo ondulado castaño rojizo sobre sus hombros erguidos, y sus tetas casi descubiertas, ella lo mira fijamente a quién sabe dónde, el sabe que a sus ojos no es...

yo, sí, yo
De vez en cuendo me dejo llevar por tropeles de caballos negros y me gustarìa atropellar tantas imagenes y destrozarlas para que no puedan perseguirme, como a él... pogresito como dice mi pulgarcis.


Vos te animás a seguirla?