Confesionarios

I
Desde hoy quiero practicar una religión distinta, la de dejar en la puerta colgada una bolsa para que ningún mal atraviese el umbral y que en mi hogar, sólo podamos bailar esa danza pacífica que somos nosotros en movimiento...

II
Yo hace poco me di cuenta que valoro mas la amistad desde que me expulsé del mundo de los cuchicheos y sólo me acerco al lazo cuanto más me alejo. No es afán de ser retorcida, sino que a veces en la distancia de mi misma me encuentro mas cerca de los que amo.

Entre el I y el II exploro lo que encontré esta mañana-tarde de lunes (otra vez) sentí el pecho henchido y el corazón un tanto derruido, no supe que había mares de dolor recorriendome, y no eran depresión, sino dolor de ese dolor de sentirse perdido, pero no abandonado. y de pronto la luz me sorprende, es de día y puedo abrir las ventanas y que entre el SOL todo y puedo ver más claro y el dolor ya no es dolor, ha mutado ahora es un poco de sabiduría, ni mucho ni poco, lo que necesito para saber que no duele, sino que está creciendome una flor en el pecho.


Prometo no comenzar los fangos ni los residuos
pero basándome en algunos comentarios que he hecho, es lo antes escrito aquí.